DECIR LA VERDAD NO ES PECADO

 

Por: Giovanni Cegarra.
(Fuente: www.opinionytoros.com)


 

Aunque nadie es dueño de la verdad, muchas deben decirse y en el mundo del toro hay unas cuantas que no pueden esconderse o taparse, cuando se observan en Plazas de Toros, infames encierros, novillos disfrazados de toros, nefasta actuación de toreros, de cuadrillas de subalternos y picadores, de Comisiones Taurinas, sin dejar atrás, a los Empresarios que no soportan la critica porque les encanta se diga "que todo salió bien" y es lo contrario, amén de que pagan a ciertos chuflas para que hagan el consabido descarado maquillaje en sus crónicas, narraciones o comentarios, olvidando que el aficionado ha visto todo lo bueno, lo malo y lo feo que haya ocurrido en una novillada y corrida de toros.

 

Decir la verdad no es ningún pecado, siempre le duele a quienes les debe doler.

Le duele a muchos en lo del toro. De ello tengo unas cuantas historias en el acontecer de la Fiesta Brava Venezolana que llenarían infinidad de páginas de un gran libro.

No todos dicen ni escriben ni comentan la verdad de lo que realmente acontece en un espectáculo taurino que se celebre en cualquier Plaza de Toros de Venezuela.

El dinero corre hereje entre quienes les encanta lo mal habido, para que se tape todo y no escribo mentira alguna ni estoy "descubriendo a América" a estas alturas de la vida pero es una verdad latente en los interines de la Fiesta Brava no solo en el territorio venezolano sino también en otras latitudes del mundo del toro.

A muchos no les gusta le digan la verdad y en honor a ella, ojalá algún día, el comentario o escrito mentiroso taurino desaparezca, dejen de tapar lo malo, se enaltezca lo bueno cuando así lo sea en realidad, que la verdad sea dicha, como debe ser, duela a quien le duela. Ello va en bien del torero, empresario, ganadero, espectador, aficionado, la Fiesta Brava en general.

La verdad debe decirse sin tapujos, sin miedo alguno. En nuestra Fiesta Brava la mentira es como el relleno de un sostén.
 
"Prefiero molestar con la verdad que complacer con adulaciones", Lucio Anneo Séneca.

Siempre se sabe la verdad, la mentira cae por su propio peso.