***Destacada participación de Marcos Tenorio Bastinhas y Andrés Chica
SIN NADA “CAMPO PEQUEÑO” EN LA NOCTURNA DE REJONES
Oscar Eduardo Fernández Guillén.
Columnista Taurino.
Columnista Taurino.
La noche del pasado domingo 6 de marzo se llevó a cabo la corrida de rejones en honor a la Virgen del Rocío. El espectáculo que se había anunciado para las 8:00 pm comenzó con una hora y media de retraso, entre reclamos del respetable hacia la autoridad respectiva. Dicha corrida se tornó pesada debido a que contó con un pésimo encierro de “Campo Pequeño”, manso y terciado. Las dádivas, o generosidad, de la presidencia del festejo no se hicieron esperar.
Rafa Rodríguez fue el primero en presentarse luego de tomar la alternativa en su ciudad de manos del rejoneador portugués Marcos Tenorio Bastinhas, con el ejemplar de nombre “Montenegro”. Su actuación se desarrolló en tablas pues el aquerenciado burel no acudió al caballo, a pesar de los intentos de Rafa por sacarle de allí. Hizo todo el trabajo sin ayuda del toro, sin emoción, dejando sólo dos rejoncillos de castigo y tres palitroques. Remató con dos rejonazos, el primero defectuoso de colocación, trasero, tendido y caído, precedido de un pinchazo. Recibió una oreja bastante discutida, dada la ausencia de petición para su concesión.
Marcos Tenorio Bastinhas sobresalió en líneas generales. Tampoco contó con la ayuda de la materia prima fundamental, mas en banderillas sacó partido de su formación, de su escuela, siendo certero, sabiendo llegar de frente y clavando en buen sitio los rehiletes, uno a uno y a dos manos. Aunque en esa oportunidad si hubo petición de trofeo, la presidencia negó el otorgamiento de un apéndice. ¡Vaya fallo! Vuelta al ruedo.
José Luis Rodríguez hizo lo que pudo con el marmolillo que le correspondió. El de su propia ganadería fue tan manso y parado como los anteriores, siendo difícil la lidia a caballo del mimo. Vuelta al ruedo.
El caballero colombiano Andrés Chica brilló con luz propia, concediendo otro de los escasos destellos de arte a lomos de caballos de esa noche. La falta de suerte con el rejón definitivo borró toda posibilidad de tocar pelo.
Por su parte Francisco Javier Rodríguez, otro rejoneador de la casa, fue premiado con dos orejas, de las cuales sólo una bastaba. Este criterio nace del hecho notable de que fueron más las demostraciones de monta y doma de equinos que de toreo a caballo, influenciado también por las condiciones comunes del encierro. No obstante, estuvo entregado y variado en banderillas.
El aspirante a rejoneador Willy Molina salió de último para lidiar al utrero que quedó pendiente de la novillada de feria. Nada pudo hacer con el peor de todos.
Los integrantes del Grupo de Forcados Amadores Académicos de Elvas se robaron el show con sus soberbias pegas a los sosos, mansos y aplomados cornúpetas; marmolillos en su mayoría de “Campo Pequeño”.
Rafa Rodríguez fue el primero en presentarse luego de tomar la alternativa en su ciudad de manos del rejoneador portugués Marcos Tenorio Bastinhas, con el ejemplar de nombre “Montenegro”. Su actuación se desarrolló en tablas pues el aquerenciado burel no acudió al caballo, a pesar de los intentos de Rafa por sacarle de allí. Hizo todo el trabajo sin ayuda del toro, sin emoción, dejando sólo dos rejoncillos de castigo y tres palitroques. Remató con dos rejonazos, el primero defectuoso de colocación, trasero, tendido y caído, precedido de un pinchazo. Recibió una oreja bastante discutida, dada la ausencia de petición para su concesión.
Marcos Tenorio Bastinhas sobresalió en líneas generales. Tampoco contó con la ayuda de la materia prima fundamental, mas en banderillas sacó partido de su formación, de su escuela, siendo certero, sabiendo llegar de frente y clavando en buen sitio los rehiletes, uno a uno y a dos manos. Aunque en esa oportunidad si hubo petición de trofeo, la presidencia negó el otorgamiento de un apéndice. ¡Vaya fallo! Vuelta al ruedo.
José Luis Rodríguez hizo lo que pudo con el marmolillo que le correspondió. El de su propia ganadería fue tan manso y parado como los anteriores, siendo difícil la lidia a caballo del mimo. Vuelta al ruedo.
El caballero colombiano Andrés Chica brilló con luz propia, concediendo otro de los escasos destellos de arte a lomos de caballos de esa noche. La falta de suerte con el rejón definitivo borró toda posibilidad de tocar pelo.
Por su parte Francisco Javier Rodríguez, otro rejoneador de la casa, fue premiado con dos orejas, de las cuales sólo una bastaba. Este criterio nace del hecho notable de que fueron más las demostraciones de monta y doma de equinos que de toreo a caballo, influenciado también por las condiciones comunes del encierro. No obstante, estuvo entregado y variado en banderillas.
El aspirante a rejoneador Willy Molina salió de último para lidiar al utrero que quedó pendiente de la novillada de feria. Nada pudo hacer con el peor de todos.
Los integrantes del Grupo de Forcados Amadores Académicos de Elvas se robaron el show con sus soberbias pegas a los sosos, mansos y aplomados cornúpetas; marmolillos en su mayoría de “Campo Pequeño”.
Ficha del Festejo:
XLII Feria Internacional del Sol.
Domingo 06 de marzo.
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” de Mérida.
Cuarta corrida de abono.
Cinco toros y un novillo de “Campo Pequeño”, mansos y terciados.
Rafa Rodríguez: oreja.
Marcos Tenorio Bastinhas: vuelta al ruedo.
José Luis Rodríguez: vuelta al ruedo.
Andrés Chica: vuelta al ruedo.
Francisco Javier Rodríguez: dos orejas.
Willy Molina: silencio.
Presidente del festejo: Dr. Jorge Bustamante Calderón.
Entrada: tres cuartos de plaza.
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