FORCADOS DE ELVAS: LO MÁS DESTACADO DE LA SEGUNDA DE ABONO EN MÉRIDA

***Infame encierro de “Rancho Grande” y “El Prado”

 

FORCADOS DE ELVAS:

LO MÁS DESTACADO DE LA

SEGUNDA DE ABONO EN MÉRIDA

 

Oscar Eduardo Fernández Guillén.
Columnista Taurino.

 

Casi lleno registró la Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” de Mérida en la segunda corrida de abono, enmarcada dentro de la XLII Feria Internacional del Sol. Dicho festejo a la postre cumpliría con el conocido refrán taurino que reza “corrida de expectación, corrida de decepción”, pues aunque el soberano concurrió al mismo de manera masiva, la contrariedad reinó a la salida ante la ausencia de trofeo alguno.

Casi lleno en la segunda de abono (Foto: Giovanni Cegarra)

En tarde de clima agradable, parcialmente soleada, fueron corridos un toro de “Ernesto Gutiérrez”, para rejones, y seis de “Rancho Grande” y “El Prado”; encierro infame, de desigual presentación, terciado, manso y descastado, que sumió en el más completo aburrimiento a todos los presentes. Aunado a ello, nuevamente se constató que tuvieron una parada obligada en la “barbería”, dado que, de forma por demás descarada, todos se vieron claramente afeitados, atentando así contra la pureza de la fiesta.

Toros mogones no por naturalidad sino por arreglo de las astas...

El rejoneador merideño José Luís Rodríguez inició la segunda corrida de toros del Carnaval Taurino de América con un toro colombiano de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentado pero demasiado parado y tardo para el caballo, a quien sólo colocó un rejoncillo de castigo y que templó a medias en la colocación de las farpas. Aplaudida fue la intervención del sobresaliente Rafael Martínez en quites por faroles y gaoneras. Luego de pasaportarlo sin eficacia dio la vuelta al ruedo junto al forcado de cara.

(Foto: Leo León)

 

(Foto: Leo León)

Antes de concluir la actuación del caballero merideño, saltó a la arena el grupo de Forcados Amadores Académicos de Elvas; jóvenes aficionados portugueses que ejecutaron una sensacional pega al de “Ernesto Gutiérrez” en el primer intento. Este hecho que se convertiría en lo más destacado de la corrida sabatina.

(Foto: Leo León)

Comenzó Manuel Díaz “El Cordobés” la lidia ordinaria sin materia prima fundamental: toro; denominador común que también se presentó en el segundo del lote, al cual se le castigó exageradamente en varas y que se apagó rápidamente. De esta manera se despidió de Mérida sin logros ni meritos artísticos. Sólo resaltó su deseo por agradar, pero más trabajó que lo que toreó. ¡Más pena que gloria! Palmas y palmas.

Javier Conde tampoco logró salir del coso taurino con algún triunfo que enmendase el desatino cometido días atrás en la Feria de San Sebastián. El segundo de lidia ordinaria resultó manso de solemnidad. Al no dejarse ver en el caballo fue castigado con banderillas negras (inexistentes en los servicios contratados, puesto que se poseen banderillas comunes y corrientes pero vestidas de negro) y minutos después devuelto a los corrales por la autoridad respectiva. Menuda indecisión y/o falta de criterio… El sobrero tampoco fue una pera en dulce y al despacharlo falló con el acero, recibiendo un aviso seguido de pitos. En su segunda salida logró exponer buenos muletazos con la derecha, mas la falta de gas volvió a imperar. Cuando trataba de retomar su ya predecible repertorio todo se vino abajo. Silencio.

El coleta venezolano Otto Rodríguez tuvo un poco más de suerte al lidiar al ejemplar que más se dejó. Al tercero de lidia ordinaria le recibió con dos buenas largas cambiadas para fijarle con bonitas verónicas, siendo éste el mejor toreo de capa. Lo mismo sucedió con la muleta, puesto que dibujó varios derechazos suaves y de gran factura. No obstante, el mal empleo de la tizona acabó con toda posibilidad de haber tocado pelo. Saludo desde el tercio. Al cierre de la corrida se enfrentó con el burel de mayor cornamenta y el más complicado, que fue saltarín como sus hermanos lidiados el día anterior. Habiéndose enterado el valenciano de la falta de bondades en él, decidió abreviar. Silencio.

Así, la segunda corrida de abono del Carnaval Taurino de América concluyó sin trofeo alguno, sin detalles artísticos qué destacar. Solamente el valor y arrojo puesto de manifiesto por los forcados de Elvas en la realización de la pega al toro de rejones, fue la pincelada que quedó en la retina de los asistentes. 

Incidencias: Germán Figueroa, mejor conocido como “Negativo” y Jefe de Mulilleros, salió lesionado por el séptimo toro del festejo cuando éste saltó al callejón. Inmediatamente fue trasladado a la enfermería de la plaza para tratarle la lesión que le produjo en uno de sus brazos. Los mejores pares de banderillas estuvieron a cargo de Gerson Guerrero y Fabián Ramírez.

Ficha del Festejo:

 

XLII Feria Internacional del Sol.
Sábado 05 de marzo.
Plaza de Toros Monumental “Román Eduardo Sandia” de Mérida.
Segunda corrida de abono.
Un toro de “Ernesto Gutiérrez”, bien presentado aunque soso y tardo; y seis de “Rancho Grande” y “El Prado”, descastados, mansos, terciados, sin fuerzas, de distinta presentación. El 3º más manejable.

José Luís Rodríguez: vuelta al ruedo.
Manuel Díaz “El Cordobés”: palmas y palmas.
Javier Conde: pitos tras aviso y silencio.
Otto Rodríguez: saludo desde el tercio y silencio.

Presidente del festejo: Ec. Hernán López Añez.
Entrada: casi lleno.

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***Fuera del ruedo:

- Por segundo día consecutivo el callejón de la plaza de toros estuvo colmado de gente. En varias oportunidades se detectaron pases transferidos a personas distintas a sus destinatarios.
- El aburrimiento presente en la corrida produjo conatos de olas.
- Algarabía etílica en los tendidos y demás localidades.

- Indecisiones en el palco presidencial.
- El pintor taurino José López “Canito” inmortalizó con sus dibujos la excelente actuación del Grupo de Forcados Amadores Académicos de Elvas, así como las pinceladas de arte dadas por Conde.

Así vio la pega López Canito